Cada vez que nos proponemos un proyecto en la vida, por lo general, sabemos cómo empieza, vemos posibles obstáculos que nos vamos a encontrar; también, lo que podría ser el final, aunque otras veces, solamente la ruta que debe seguir.
A los europeos que conozco en Argelia, siento que les une una constante muy variable: la huída.
La huída es un viaje interesante. De poco vale saber cómo empezó y ¿A dónde te lleva? A quién le importa.
¿Por dónde vamos? Vuelve a ser una incógnita y, ¿Cómo vamos? Puesssss, cada día lo descubres…
En este viaje, yo tenía un billete de primera clase. Sabía de dónde salía y a dónde tenía que llegar, ¿El camino? Por descubrir, y además, no había conocido antes compañero de viaje tan afín.
A los europeos que conozco en Argelia, siento que les une una constante muy variable: la huída.
La huída es un viaje interesante. De poco vale saber cómo empezó y ¿A dónde te lleva? A quién le importa.
¿Por dónde vamos? Vuelve a ser una incógnita y, ¿Cómo vamos? Puesssss, cada día lo descubres…
En este viaje, yo tenía un billete de primera clase. Sabía de dónde salía y a dónde tenía que llegar, ¿El camino? Por descubrir, y además, no había conocido antes compañero de viaje tan afín.
Pero, el tranvía no llegó y durante muchos meses, sólo he tenido una desagradable compañía. Se sentó a mi lado la causa de mi huída: maloliente y repugnante, al final, tuvo poca paciencia y se marchó.
Ahora, detrás de unas casas, se ve una nube de humo que se mueve y un ruido que conozco…
Uhhmmm, recuerdo que había una película, posiblemente de John Ford, que comenzaba de la misma manera…
2 commentaires:
Tienes razon chaval.
Huimos algo ahi en argelia...
huimos de nosotros...
gooooddd, u're close...anonyme, immerse yourself in insanity and enjoy it. i'm sure u sign and laugh alone
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